Decimoprimera entrada. Participación escolar



Antes de comenzar a hablar de participación dentro de los centros educativos, tenemos que tener en cuenta que la asistencia a los mismos es, en el caso de alumnos y familias, un acto obligatorio. Los chicos y chicas han de estar escolarizados por ley, y han de acudir al colegio o instituto. Los docentes están  por voluntad propia, aunque seguro que muchos preferirían estar en sus casas tranquilamente disfrutando de su tiempo libre 😉

Pues bien, esa obligatoriedad hace que muchas familias y estudiantes vean la asistencia al centro educativo como un mero trámite que hay que cumplir y que no hay porqué relacionarse en exceso con el ámbito escolar o del instituto.
Como padre, he pertenecido y pertenezco a las AMPAS del colegio e Instituto de mis hijos, pero no solo como socio si no como miembro activo dentro de las misma. Por este motivo os voy a contar un poco de mi experiencia a lo largo de todos estos años, y van más de 12.

Si un centro, equipo directivo y claustro de profesores tienen buena relación con las AMPAS la convivencia y la realización de múltiples actividades enriquecen mucho la educación del alumnado. Puede haber un intercambio de información, formación y actividades que complementen la actividad diaria de un centro, realizando talleres formativos a padres y madres, alumnos y alumnas e incluso a profesores. De igual forma los padres pueden aportar su conocimiento en el aula cuando los tiempos sean los adecuados. Por ejemplo, cuando en sexto mis hijos estaban por el tema de economía y Estado dentro de la asignatura de ciencias sociales, yo fui a darles una charla práctica sobre consumo responsable y medios de pago. Igualmente, alguna madre matrona de profesión fue al colegio a enseñar como es un parto y otras madres a enseñar educación sexual. O llevando a la policía científica a dar una clase de ciencia aplicada. 




Los chicos y chicas podrían participar en el centro con actividades como los clubes de radio, de lectura, teatro, etc… Pero en la gran mayoría de los institutos se topan con la iglesia amigo Sancho. ¡¡¡Ahh no!!! que eso lo decía don Quijote. Lo que se topan es con la burocracia, ya que los centros de secundaria que no tienen clase por la tarde, son centros que no permiten su uso, por lo cual no se pueden realizar actividades que aumenten la participación escolar.





Los padres tenemos mucho conocimiento práctico de temas muy variados e interesantes por lo que podemos trasmitirlo al alumnado, dándoles una visión pragmática de los conocimientos que están adquiriendo y ellos/as lo reciben de una forma muy especial consiguiendo que el aprendizaje en esas ocasiones sea muy significativo.
Otras experiencias que hemos tenido es la creación de talleres para padres y docentes sobre educación socio-afectiva, escuela de padres, riesgos en internet y muchas, muchas más.

¿Pensáis que esos talleres han sido masivos ya que son muy interesantes?
Pues no. Lamentablemente a esos talleres acudían a penas un 10% de las familias del centro. La gran mayoría de las veces las familias que más les hace falta este tipo de talleres es precisamente las que no acuden. Motivo, porque consideran que esa educación se la tienen que dar los profesores dentro del colegio a los/as niños/as y que a ellos no les hace falta.
Respecto a los profesores, por un lado, tenemos a los que llegan, hacen su horario y luego a casa y por otro, los que intentan motivar y aumentar la participación social, realizando excursiones o haciendo talleres extras, por ejemplo. Tristemente este tipo de profesorado no abunda y no son suficientes para motivar a familias y alumnado a la mayor participación.




 Qué opinas ¿Crees que seremos capaces de aumentar esa participación o que cada vez iremos a un mundo más individual y menos participativo?

Comentarios

  1. ¡Hola Alejandro! Considero que hace falta en el mundo más gente como tú: por un lado, que sean padres, y por otro lado que se impliquen en la comunidad educativa. Sin embargo considero que toda la sociedad, en mayor o menor medida, puede involucrarse y ser actor activo en la transmisión de conocimientos y educación de las nuevas generaciones.

    Por otro lado disiento de la siguiente afirmación: "Respecto a los profesores, por un lado, tenemos a los que llegan, hacen su horario y luego a casa y por otro, los que intentan motivar y aumentar la participación social, realizando excursiones o haciendo talleres extras, por ejemplo." y me gustaría plantearte la siguiente reflexión: ¿Una persona que trabaja sus horas establecidas en el contrato laboral no puede ser motivadora y ser motor de cambio promulgando la importancia de participar socialmente? ¿No puede educar en valores, mostrando que el salir a la hora para atender a un familiar, cuidar a un animal, limpiar el medioambiente, jugar en un equipo de fútbol, acudir de manera puntual a una cita... es importante? ¿Un profesor no puede plantear sus clases en horario lectivo de distintas maneras y dedicándole tiempos de preparación muy diversos? ¿Sólo deben motivar las actividades extraescolares?

    Me encantará leer tu respuesta, y/o intercambiar opiniones o puntos de vista.

    Por cierto, enhorabuena por el blog. Resulta muy interesante :)

    ResponderEliminar
  2. Queda entonces aclarada tu postura, y tengo que decir, que no podría estar más de acuerdo contigo. La pasión en la vida, en cualquier ámbito, se siente, y si se comparte no hay nada más maravilloso. Espero que continúe largo y tendido dicha pasión, y que se me pegue un poquito :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario